lunes, 18 de abril de 2016

Pido a los señores de la política...



Pido a los señores de la política, por favor…no manden al pueblo a la calle a que lo golpeen y lo maten, así como no mandarían a sus hijos a por un pez en un océano en tempestad. Enseñarles a pescar con prevención. Es la cultura la pólvora y el voto la bala en la democracia que tanto defienden. Hoy ha quedado más que claro que la cultura no es la capacidad de un pueblo de repetir todas las hazañas foráneas con lujo de detalles en cintas de repeticiones ancestrales. La cultura es la capacidad de poder aplicar a la realidad que se vive las herramientas para satisfacer las necesidades propias que esa realidad impone. Eso no está en las pancartas, en los molotov o en las barricadas, ya no hay equidad de fuerzas en tan torpe exhibición de desigualdad competitiva. No repitan la frase de a por un salario digno, cuando la dignidad es ajena a lo material. El salario es justo los derechos humanos son dignos. Un salario justo es justificado en referencia a algo productivo, una equidad entre costes y rentabilidad. La dignidad es en si misma y nace desde el respeto y tolerancia, que poco tiene que ver son un sistema salarial. Primero es la dignidad al Hombre para que pueda luego y por si mismo reclamar su justa remuneración.

Hoy el poder está en la cultura y lo mejor será no confundirse. No es la cultura una propiedad de esto que llaman izquierdas. Las derechas también son culturas, y que demuestran siempre y de alguna forma, más eficiencia en su aplicabilidad y de hecho el Mundo es una sociedad nefasta que funciona en derechas aplicadas e izquierdas soñadas con vacaciones temporales.

Señores políticos, necesitamos cerebros pensantes no cadáveres en las calles.

¿Por qué ésta petición?

Hace unos días un político del llamado primer Mundo, de esto que se supone es la avanzada mundial, dio una opinión de revista o de actualidades del facebook sobre la física quántica y sorprendió al Mundo entero. ¡Increíble! Un político con cultura o conocimiento actualizado es lo que se puede leer de todo lo publicado en éste caso. Y esto es lamentable, debería dar vergüenza ajena que un político sea noticia por ser culto o estar bien informado. De hecho, reconfirma fichas de un juego de ajedrez diestramente manipulado. Luego no se puede hablar del descreimiento por parte del pueblo de los políticos solo por la corrupción, parte desde la ignorancia que los miimso reflejan cada vez que aparecen en público…si no fuera así ¿Por qué causa tanto revuelo éste hecho en concreto? Se puede ver en:

http://www.huffingtonpost.es/2016/04/17/trudeau-computacion-cuantica_n_9713524.html



Por ello al pueblo, información libre y plusvalía conceptual; más cultura y menos educación.

lunes, 11 de abril de 2016

No hacer nada...

Escucho decir de manera reiterada: No voy a hacer nada ya que de todas maneras no iré a ninguna parte o igual no sucede nada. Así hasta que llegamos a la célebre frase: hoy no voy a hacer nada, me voy a quedar durmiendo…En ese momento recapacito de que en realidad nos engañamos al decir no haré nada, por que no es el no hacer a lo que hacemos referencia, es el hacer algo de lo que pensamos sea nada. Es como un engaño magistral ya que el problema no es no hacer algo, es pensar que hay algunas acciones que son hacer algo pero que registramos como que es hacer nada.
La nada es nada y no se ejecuta, por lo que no hacer nada es hacer algo que suponemos es nada. Por ejemplo, dormir es tomado como no hacer algo y lo entendemos como la nada, decimos que no haremos nada cuando dormir ya es hacer algo. ¿Y qué con esas acciones o cosas que hacemos que son nada? A nadie se le ocurre decir hoy no haremos nada, haremos el amor. Te mirarían como si estuvieras loco. Sin embargo se acepta decir hoy no haré nada me quedaré pensando…
No es rebuscado esto que medito en voz escrita, no es muy complejo y menos inofensivo. Es parte de nuestra programación ciudadana. Hay acciones que las hemos programado como nada…curioso no? Más curioso aún cuando el hacer se corresponde con lo motriz, con la maquinaria, con la acción y el no hacer nada apunta a la individualidad del ser…
Ahora bien, si cambio el sentido de la circulación y pienso que cuando se dice: hoy no voy a hacer nada, me voy a quedar durmiendo; en realidad estamos diciendo que hacemos siempre nada, es decir, que lo cotidiano es hacer nada. Por eso cuando dejamos de hacer lo cotidiano decimos con razón, que no haremos más la nada de lo que hacemos todos los días a esa misma hora y nos quedaremos durmiendo, es decir, haciendo otra cosa que en realidad si es algo…esto es aún más curioso.
¿Qué será lo que realmente registra nuestro cerebro cuando conformamos esas frases tan llenas de engaños?

miércoles, 6 de abril de 2016

Esperando el título...

Hoy me dan el certificado de tonto firmado por los que se regocijan con el tema Panamá como si fuera un hallazgo de actualidad.

Veamos…los que lavan dinero son aquellos que lo tienen en tal volumen y forma que requiera ser lavado. Es decir, ya evadieron impuestos antes de colocarlo en Panamá, por que de otra forma, para qué sacarlo de donde está. Panamá suena bien por que es país centro americano…suena a sudaca no a fina elite de bucaneros o piratas. Pero hay algo que aclarar: existen unos 73 paraísos fiscales que son o bien colonias de los paladines de la corrupción o bien, dependientes de los mismos por sus deudas generadas.

Es decir por ejemplo, una empresa inglesa que funciona también en Argentina (o como ocurre generalmente, es inglesa pero extraen sus beneficios de las filiales de países tercermundistas ya que por lo general en su país de origen son deficitarias y esto lo saben muy bien las riquezas de las eternas monarquías europeas que aún trafican con su poder) evaden impuestos en Argentina y a los argentinos (por que obtienen beneficios y no quieren perder parte de éstos en impuestos que beneficien a otro país), y el dinero lo llevan a Bahamas por decir algo, como si fuera un lugar ajeno a ellos. Las Bahamas es una monarquía constitucional hereditaria que pertenece a la Mancomunidad de Naciones, o Mancomunidad Británica de Naciones. Es decir, se lo depositan ellos mismos para reutilizarlo en su propio enriquecimiento ilícito; armas, drogas, financiación de guerras, invasiones, etc. No desaparece el dinero en un paraíso fiscal ni queda quieto allí esperando que alguien venga a cambiarlo por una piña colada…Vuelve a los monarcas de siempre, los traficantes de diamantes de siempre…a los pocos que verdaderamente tienen el dinero, esas pocas familias que dominan verdaderamente el Mundo financiero y no hay que ser un superdotado para obtener los apellidos y ver sus orígenes.



Estoy ansioso a la espera que me entreguen el certificado…

lunes, 4 de abril de 2016

Imaginar por un segundo...

Un personaje que vive pendiente de seguir acumulando un dinero que no existe y no se sabe dónde está su valor o si lo tiene, que se determina mediante una tarjeta de crédito que lo valoriza y que no se sabe de qué depende, que viste como un tal Armani, se peina como un Travolta, viaja adónde viajan los del facebook, opina como sus grupos de whatsapp, tiene sexo por Internet y trabaja todo el día para no sabe quién…me critica que por ser artista vivo fuera de la realidad y que escapamos de el día a día…

Imaginen por un segundo que les ocurre algo inmenso que les genera el pánico máximo: llegan a la caja de una tienda, sacan la tarjeta de crédito, la entregan para pagar y les dicen que no tiene fondo. Lo primero, la vergüenza pública les invade el alma y con un gesto faraónico o de perfil de fresco egipcio, solicitan la reiteración del acto de pago por que debe haber algún error. Durante ese lapso de tiempo que el cajero ejecuta vuestro pedido, a velocidad luz, revisan sus neuronas todas las situaciones posibles que pudieron haber llevado a la falta de fondos, el cerebro va a mil y la adrenalina se dispara. Es un momento cumbre de vuestras vidas. ¿Qué pasó? ¿Me habrán excluido del Mundo por algún motivo? ¿He dejado de existir? ¿Cómo seguir adelante? …Las preguntas todas de vuestra existencia se disparan a la vez y la duda les invade el alma. Es una milésima de segundo pero llega a situaciones límites en la que se alcanza a darse cuenta y se dice: “es que en realidad yo, por mi mismo, no existo”. De repente el cajero te dice: ahora si, se ve que fue un error del sistema”. El cuerpo se afloja, sientes las sonrisas de la gente que te rodean, que te acarician la estupidez de haber vuelto a ser aceptable y regresas a ser la nada de siempre, escudado detrás de una tarjeta de plástico. Si lograron comprender esto, imaginen que les digan que les restan dos horas de vida… regálense dos horas de su tiempo, e imaginen durante esas dos horas todo aquello que les hubiera gustado hacer y que no han hecho. ¡Háganlo! Son solo dos horas, durante las cuales pueden hacerlo solos, sin que nadie los vea y piense que son unos tontos o estúpidos que viven en la estratosfera, uno de esos tantos soñadores idiotas que no dejan dinero a las arcas. Pero imagínenlo de verdad, siéntanlo, vivéncienlo, háganlo realidad para ustedes. Puede que pasadas esas dos horas, hayan sentido más placer que en los últimos años. De ser así, sepan que es posible ser, sin necesidad que te digan cómo ni dónde y que en realidad, se puede vivir tanto del lado del que se cree existir por medio de una tarjeta de crédito, como del lado del que se cree ser desde sus propios sueños. Es la misma forma de vivir, un mismo síntoma de “locura”; la diferencia es que una es colectiva, permitida y aceptable por pertenencia y la otra es personal y tiende a la trascendencia. Ahora bien, aquel que pertenece, se subyuga a la norma que infiere el conjunto que lo determina y se hace intolerante a lo foráneo en un instinto proteccionista. Aquel que trasciende, comprende la tolerancia por saberse tolerado por el caótico universo donde todo coexiste y está capacitado para aportar un cambio al resto. No hay un alguien que te impida vivir, hay solo un tú que no se lo permite. 

Hay dos males de tantos...

Hay dos males endémicos en frases enquistadas. Mirar siempre adelante. Lo importante es competir. Mirar un adelante que es devenir es como conducir un día día niebla, para avanzar se termina mirando hacia abajo. Es que hay que saber dónde se pisa y dónde se está. La competencia es una herramienta de los sistemas totalitaristas. La mentira es derecha e izquierda (la competencia), la realidad es un centro aunado al poder que domina y que no es de derechas o izquierdas...no tiene princípios y les da lo mismo figurar de unos u otros siempre y cuando mantengan el poder. Competir no es beneficioso para todos aquellos que participan, hace "triunfar" a uno solo. Compartir sería el camino. En un deporte por ejemplo habría que compartir la satisfacción de jugarlo y no competir por ganar; de hecho, cuando lo aplicamos a la vida misma vemos que vivimos para morir, ya que es la meta final de la carrera de la vida. Vamos de punto en punto y dejamos atrás el segmento. Son éstas pequeñas cosas que generan los grandes problemas de la humanidad. Los pequeños engaños que no vemos...

domingo, 3 de abril de 2016

Pareciera que la poesía...

Pareciera que la poesía ha caído en manos de algún director hollywoodense, la política forma parte de algún tablero de monopoly de alguna mansión de Europa vs EEUU y la filosofía sea el ritual salvador de algún centro de acupuntura de Pekín. Por suerte me he remitido a la ignorancia y avalo tan solo mi juicio crítico…escucho, eso si; en definitiva, la sabiduría está en la gente común y en el común de las cosas que te rodean. La otra opción es repetir todo lo que se dice para alcanzar el rótulo de “lo se todo”. En algún momento me enseñaron a leer la escritura y lo poco leído me mostró lo poco aprendido. Comprendí que escuchar aportaba el matiz del intérprete que agregaba su condimento personal a la mezcla, lo que me aportaba más riqueza para mi propia elaboración. De alguna forma aprendí también a leer mi entorno, y lo poco visto me definió el cosmos…