Se hace fácil la vida cuando se adquieren frases hechas o pensamientos acordes al grupo con el cual nos identificamos y lo manejamos todo como si fueran grandes verdades analizadas, comprobadas o tan solo, cuestionadas alguna vez, por nosotros. Repetimos, copiamos, llenamos espacios en blanco y promulgamos así la intelectualidad…nos clasificamos como pensadores y nos graduamos intelectuales. De´cia recientemente Humberto Eco que Internet ha sido un espacio abierto a los idiotas, cosas que no concuerdo en su totalidad, peor es otro tema. Así llegamos a dividirnos en bloques autómatas, sin libre albedrío, sin juicio crítico, como repetidoras de radio. Encontramos en éstos espacios frases que se repiten hasta el cansancio sin ser analizadas. Posiciones que ante cualquier persona meramente informada resultan inverosímiles a la primera ojeada. Porque el ser humano es orgulloso y le cuesta aceptar que se equivocó, prefiere seguir en el error y justificarlo. Así pasamos, del insulto de alguien que opina diferente a nuestra pertenencia a pedir una firma por alguien que será ejecutado por pensar diferente a la pertenencia de otro. Nos cobijamos bajo la autorización a ser ignorantes por que somos consumistas, si consumimos información condicionada sin siquiera pensarla. Así nos hacen vivir entre contrapesos conceptuales, cruzadas intelectuales cibernéticas y banderas de la verdad que se entrecruzan entre derechas e izquierdas, negros y blancos, católicos y musulmanes, heterosexuales y homosexuales, ricos y pobres, del norte o del sur, hombre o mujer, terroristas o aliados… es como ir al estadio, la gente habla de “jugamos bién” y están a cincuenta metros de la cancha o lo ven por TV.
Cualquiera que entra en Facebook no comprende como el Mundo es tan desdichado dada la claridad de criterios que posee toda la gente. Habrán notado que todos saben de todo y el universo de la claridad del alma se ha abierto a todos colmando los muros de verdades y consignas que envidiaría el propio Buda. Entonces vemos cosas como colgar una fotote niños muertos en un derrumbe de un taller clandestino en Bangaldesh con un cartel rojo de ¡BASTA1 y más adelante una foto saliendo de una tienda Zara en pleno centro de Madrid lleno de bolsas con un cartel diciendo, ¡hoy día free delivery! Desde Japón hasta Argentina pareciera que hubo un acuerdo firmado que envidian los grandes conciliadores políticos internacionales, con respecto a que todo el mundo cuando se haga un selfi debe poner la misma sonrisa idiota.
Algunos pensaron que la globalización traería riqueza conceptual al disponerse de múltiple información…mientras que los de siempre, ya condicionaban la información desde la escuela.