sábado, 8 de abril de 2017

Allá vamos...

Cayendo en la trampa del perfeccionamiento y la rentabilidad hemos caído en la extinción de la vocación. No se dedica la gente a lo que le satisface vocacionalmente, sino a aquello que más podrá serle redituable en el mercado laboral. La mayoría de las parejas hoy día tienen hijos porque se le “pasa el arroz” y en lo posible uno solo porque es caro mantenerlos. La gente adulta se momifica en fármacos para vivir más tiempo pero nadie sabe en el fondo para qué. El adulto atropella su vida “útil” para generar beneficios para su jubilación y hacer luego lo que quiere hacer…cosa que nunca llega a saber y termina como antes pero sin nada en qué ocupar su tiempo. Los niños ya no juegan, se ocupan. Consumen actividades, suplen las carencias de los padres, sus faltas de juicio crítico, su adicción al consumo, el enjuiciamiento de la opinión pública. Los artistas trabajan sobre pedido de los mercados…lo que se pide. 


“Un concejal de la ciudad sueca de Overtornea ha propuesto una pausa de una hora remunerada durante su jornada laboral para mantener sexo con sus parejas y así mejorar las relaciones personales de la gente. «Hay estudios que demuestran que el sexo es bueno para la salud», declaró el concejal de 42 años, Per-Erik Muskos, quien además señaló que tal y como está organizada la vida en la actualidad las parejas no pasan el suficiente tiempo juntas.
Sin embargo, a su propuesta le ha surgido un problema. Y es que el propio Muskos admitió que no existía ningún modo de comprobar si los trabajadores utilizan esa hora para estar con sus parejas o para hacer otras cosas. A pesar de todo, considera que no hay ninguna razón para que su propuesta no sea aprobada…”

Ahora si que destilan sabiduría los nord-occidentales. La propuesta tiene solo un problema “comprobar si los trabajadores utilizan esa hora para estar con sus parejas o para hacer otras cosas”. ¡Y me piden calma luego de leer esto! Poco podíamos hacer libremente amén de descubrir que es bueno dormir un ratito en el lugar de trabajo para seguir rindiendo mejor, que es bueno comer en el lugar de trabajo para seguir rindiendo mejor, que es bueno jugar un ratito en el lugar de trabajo para seguir rindiendo mejor, que es bueno tener los hijos en guarderías en el lugar de trabajo para seguir rindiendo mejor, etc., etc., etc., ahora también hay que hacer el amor en el lugar de trabajo para seguir rindiendo mejor…¡si los yanquis lo practican desde siempre!. Pero no asusta la falta de originalidad lo que asusta es que el único problema que le encontró éste iluminati es que no se puede controlar qué hacen. No importa ni cómo, ni con quién, ni si se tiene ganas…¡vamos a ver!, que suena la campana y todos a la cama para luego rendir mejor…yo me bajo en la que viene. ¿Éstos son los parlamentos que tanto nos esforzamos en imitar?

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