Un ateo diría: No creo que exista la libertad.
Un agnóstico diría: Desconozco sobre la existencia de la libertad.
Un Ignóstico diría: ¿Qué se entiende por libertad?
Así comienza éste diario de un ignóstico que tiene la maldita costumbre de ejercer su propio juicio crítico, analizando aquello que se da por hecho a priori, sin cuestionar, por temer a la propia intuición, a la propia lógica, al uno más uno que hace a las millonésimas de las que nos informan día a día.
¿Porqué?
Por que me conformé de esa manera, no porque sea bueno o malo, mejor o peor, más o menos...simplemente es otra maldita costumbre...de no haberme cuestionado nunca, seguro habría elegido ser creyente...y que piense otro.
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